
Historia del Setter Irlandés como perro de caza
El libro «Pointer y Setter» del cinólogo W. Marr aborda la historia del Setter Irlandés, considerándolo como la variedad más antigua y pura de las tres. Marr sugiere que su origen se remonta a la combinación de influencias de razas como el viejo tipo de spaniel, el irish water spaniel, el welsh springer spaniel y el épagneul bretón. La primera mención registrada de la raza data de 1805 en la revista Veteran Sportsman, relacionándola con la familia De Freyne de origen francés.
Se destaca que lord De Freyne tenía un registro privado desde 1793, y su familia criaba setters irlandeses desde al menos setenta años antes de la publicación del libro. Durante el siglo XIX, surgieron criaderos destacados en Irlanda e Inglaterra, como los de lord Rossmore, lord Waterford, Loftus, Marquis Nugent y Charles Mahon de Mount Pleasant. El setter irlandés ganó popularidad entre los cazadores debido a su potencia, velocidad y atractivo estético.
No obstante, a lo largo de los años, la cría del setter irlandés se enfrentó a problemas, principalmente relacionados con la falta de exhibición de la característica de la muestra por parte de algunos ejemplares. Esta deficiencia hizo que perdiera el apoyo de algunos aficionados a la caza, y la raza no logró recuperar completamente su popularidad.

Características del Setter Irlandés
El Setter Irlandés se presenta como un perro atlético, musculoso y lleno de calidad. Aunque la altura no está especificada en el estándar, se destaca la importancia de la proporción y la distinción en su conjunto, permitiendo a criadores y jueces evaluar estos aspectos para lograr un equilibrio armonioso.
Cabeza: La cabeza del Setter Irlandés es una obra maestra de longitud y finura. Con un cráneo ovalado y una protuberancia occipital marcada, su expresión se caracteriza por un stop bien definido y unos arcos superciliares acentuados. El morro, cuadrado pero no puntiagudo, junto con unos labios tensos, contribuye a la elegancia general. Los ojos, de tamaño medio y oscuros, expresan inteligencia, mientras que las orejas finas y triangulares completan la imagen distintiva.
Cuerpo: El cuerpo del Setter Irlandés es proporcional y bien equilibrado. Con un cuello musculoso de longitud media, el tronco se inscribe en un cuadrado, con un pecho estrecho pero profundo. La cruz elevada y la grupa larga y musculosa añaden a su elegancia.
Extremidades: El Setter Irlandés destaca por miembros anteriores finos y bien inclinados, codos libres, antebrazos rectos y pies pequeños pero firmes. En la parte posterior, exhibe piernas musculadas, corvejones bien alineados y pies posteriores compactos. Estas características no solo realzan su elegancia, sino que también reflejan su capacidad para desenvolverse con gracia y firmeza en terrenos variados.
Movimiento: El Setter Irlandés se distingue por un movimiento libre, fluido y enérgico. Con la cabeza en alto y las piernas anteriores alcanzando hacia delante, su andar posterior es suave pero poderoso. Evita cruzar o tejer, mostrando gracia y eficacia en cada paso.
Manto: El manto del Setter Irlandés, de longitud moderada, es sedoso y liso, con ricos flecos ligeros en diversas partes del cuerpo. El color único, ya sea rojo caoba o dorado, resalta su belleza, y pequeñas manchas blancas no deseadas no conducen a la descalificación. La cola, implantada baja, se lleva horizontalmente o en forma de cimitarra, añadiendo un toque de gracia a su presencia.
Tamaño y Peso: Altura a la cruz de 58 a 67 cm en machos, y de 55 a 62 cm en hembras.

Cualidades del Setter Irlandés como perro de caza
El Setter Irlandés, reconocido como el más elegante y brillante entre los perros de muestra, destaca por su combinación única de apariencia noble y habilidades excepcionales en la caza.
Aunque su estética es impresionante, se destaca que una cría centrada únicamente en la mejora de las cualidades estéticas, en detrimento de las habilidades de trabajo, no ha contribuido a aumentar su popularidad entre los cazadores.
Los aficionados al Setter Irlandés valoran especialmente su velocidad, resistencia y agudo sentido del olfato. Además, sus cualidades innatas de cobro y recuperación lo convierten en un compañero excepcional para cazadores apasionados.
En un contexto más amplio, el Setter Irlandés comparte la distinción con otros miembros destacados de la familia de setters, como el Setter Gordón y el Setter Inglés. Cada uno aporta sus propias características únicas, consolidando la presencia de estos magníficos perros en el mundo de la caza y el compañerismo.