Historia del Perdiguero de Burgos
El Perdiguero de Burgos es un perro de caza español que tiene una larga historia que se remonta al siglo XVI. Todo empezo en la zona de Castilla y León donde fue criado en especial para la caza de pluma, como la perdiz y la codorniz. Esta raza desciende de antiguos perros de muestra, y se cree que es una de las razas de caza más antiguas de la península ibérica. A lo largo de los siglos, el Perdiguero de Burgos ha mantenido sus habilidades como perro de caza gracias a una cuidadosa selección genética. Otra de las razas de perros de caza española con mucha historia es el Pachón Navarro.
Aunque en ciertos momentos estuvo en peligro de extinción, especialmente durante el siglo XX, los esfuerzos de criadores españoles han permitido su recuperación y conservación como una raza valiosa tanto para la caza como para la compañía. En la actualidad se realizan numerosas pruebas de caza donde solo pueden participar perros de esta raza.

Apariencia general del Perdiguero de Burgos
Comportamiento: El Perdiguero de Burgos es un perro de caza español muy resistente y que posee un excelente olfato. Tiene una sólida muestra y habilidades en el cobro. Su temperamento es rústico, equilibrado, tranquilo y dócil. Está especialmente indicado para la caza de piezas de pelo y pluma.
Cabeza: La cabeza es grande y fuerte, con un cráneo bien desarrollado y una frente redondeada. Su hocico es largo y recto, de gran tamaño pero sin ser desproporcionado, terminando en una trufa ancha y bien desarrollada, generalmente de color marrón. Los labios los tiene caídos, dandole esa tipica una seria pero noble.
Cuello: El cuello es fuerte y potente, con una papada moderada y de longitud corta.
Cuerpo: El cuerpo del Perdiguro es cuadrado, fuerte y robusto, con un pecho ancho y profundo. La cruz está bien definida. La espalda es ancha y musculada, y la grupa es fuerte.
Extremidades: Las extremidades del Perdiguero de Burgos son fuertes, rectas y bien proporcionadas, lo que le otorga gran resistencia y agilidad. Las patas delanteras son rectas y musculosas, con huesos robustos que le permiten moverse con facilidad en terrenos difíciles. Los hombros están bien inclinados, lo que le proporciona un andar ágil y eficiente. Tiene unas extremidades traseras potentes, con muslos bien desarrollados. Sus pies son compactos, con dedos bien arqueados.
Movimiento: El movimiento del Perdiguero de Burgos es fluido, ágil y bien coordinado, ideal para largas jornadas de caza. Tiene un andar suelto y elegante, con un trote amplio que cubre terreno de manera eficiente. Mantiene la cabeza erguida mientras se desplaza, demostrando una gran capacidad para rastrear y detectar olores.
Manto: El manto es de pelo corto, tupido y de mediano grosor, con una distribución uniforme en todo el cuerpo, más fino en la cabeza, orejas y extremidades. El color del pelo es blanco con manchas de tono hígado, o con fondo de este último tono. Se permiten varias combinaciones, como capas jaspeadas, hígados canosos y mosqueadas en hígado.
Tamaño y peso: Altura a la cruz: Machos de 62 a 67 cm, Hembras de 59 a 64 cm.

Cualidades del Perdiguero de Burgos como perro de caza
El Perdiguero de Burgos destaca como un eficiente perro de caza debido a su resistencia, sobriedad y docilidad. Su agudo sentido del olfato y su capacidad de aprendizaje notable lo hacen apto para diversos terrenos de caza. Además, su versatilidad se evidencia en su habilidad para rastrear y capturar presas de pluma y pelo. La forma en que señala la presa es firme y segura, y demuestra una destreza confiable en el acto de recuperar las presas.